EBITDA negativo: ¿Bandera roja o llamado a la acción?

Un EBITDA negativo señala que el corazón del negocio podría no estar generando la rentabilidad esperada por su actividad principal, debido a que los ingresos operativos no son suficientes para cubrir los costos y gastos operativos de la empresa (sin tener en cuenta intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones).    

En este artículo te compartimos en qué enfocarte cuando hay un EBITDA negativo y qué acciones se pueden generar para mejorar este indicador.

Cabe anotar que, no siempre un EBITDA negativo es sinónimo de fracaso. Las causas pueden ser variadas:

¿Tener un EBITDA negativo siempre es una alerta roja?

Aunque un EBITDA negativo demuestra que se debe mejorar la relación de ingresos, costos y gastos, no siempre es sinónimo de una quiebra inminente. Las empresas en etapas tempranas o que están bajo una estrategia en expansión pueden pasar por esta fase mientras consolidan su mercado. 

La clave está en analizar la causa raíz y la duración de esta situación y como asesores financieros tener todo el contexto antes de generar algún juicio sobre el estado de la empresa.

Por ejemplo, en la valoración de startups, cambia la perspectiva de la evaluación financiera tradicional, ya que en los primeros años se ubica el foco en aspectos como la adquisición de clientes o usuarios, el crecimiento en ventas y el desarrollo operativo antes que la generación de EBITDA o de flujo de efectivo.    

Entonces, lo recomendable es tener muy claro el contexto, sector, estrategia y momento que atraviesa la empresa.

¿Cómo identificar un EBITDA negativo?

Antes de implementar cualquier medida, es vital realizar un diagnóstico exhaustivo de la información financiera,  para esto se recomienda:

• Calcular el EBITDA: para esto te recomendamos los siguientes contenidos en donde se explica con detalle este indicador y su cálculo: EBITDA: el indicador clave en la rentabilidad y las oportunidades de inversión y 4 indicadores financieros basados en el EBITDA para análisis de rentabilidad, apalancamiento y valoración. 
• Analizar la información histórica: revisa minuciosamente las tendencias de ingresos por línea de negocio, la estructura de costos (fijos y variables), y los gastos operativos. Compara los datos actuales con períodos anteriores para identificar variaciones significativas.   
• Explorar el contexto del sector y del mercado: ¿Cómo se compara el desempeño de la empresa con el de sus competidores en Colombia?, ¿existen factores macroeconómicos específicos del país, como la inflación  o políticas sectoriales, que estén impactando?, ¿se realizan operaciones en el extranjero?
• Identificar la causa raíz: determina si el problema es fundamentalmente de ingresos (no se vende lo suficiente o a precios adecuados), de costos (se gasta demasiado) o de eficiencia (se gestionan mal los recursos). Frecuentemente, es una combinación de factores.

Este análisis profundo permitirá enfocar los esfuerzos en las áreas correctas, evitando decisiones apresuradas que podrían no resolver el problema de fondo.

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¿Qué estrategias permiten mejorar la rentabilidad?

Una vez identificadas las causas, se pueden implementar diversas estrategias. No se trata de una solución única, sino de un conjunto de acciones.

¿Cómo prever un EBITDA negativo para no tener una gestión reactiva?

La gestión del EBITDA no debe ser solo reactiva. Los contadores públicos juegan un papel crucial en promover una cultura de gestión proactiva. Estas son algunas de las acciones recomendadas:

• Realizar un monitoreo continuo: realizar un seguimiento periódico del EBITDA (mensual o trimestral) y no esperar al cierre anual. Compararlo con presupuestos, metas y resultados de periodos anteriores.   
• Preparar un análisis integral: el EBITDA es valioso, pero no cuenta toda la historia. Debe realizarse un análisis integral junto con el flujo de caja, el nivel de endeudamiento y las inversiones en activos fijos, etc. Una empresa puede tener un EBITDA positivo pero enfrentar problemas de liquidez si su deuda es muy alta o si requiere grandes inversiones para operar.   
• Realizar un benchmarking sectorial:comparar el EBITDA con el promedio del sector al que pertenezca la empresa en Colombia ayuda a evaluar el desempeño relativo y a identificar oportunidades de mejora. La Supersociedades ha facilitado algunas herramientas para esto. 
• Construir presupuestos y proyecciones: incorporar el EBITDA como un indicador clave de desempeño (KPI) en la planificación financiera y en los modelos de proyección.
• Realizar un asesoramiento estratégico: los contadores en Colombia pueden trascender del simple cálculo del EBITDA. Su valor se multiplica al educar a sus clientes y acompañar a las juntas directivas sobre cómo interpretar este indicador de forma crítica, entender sus limitaciones  y utilizarlo para la toma de decisiones estratégicas que impulsen la sostenibilidad a largo plazo.   

Cuéntanos qué otras estrategias propones para mejorar este indicador y comparte esta información con tus colegas a través de los íconos de redes sociales que encuentras en la parte superior derecha de este artículo.

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