Depreciación y amortización: Principales diferencias y cómo realizar una adecuada medición bajo NIIF para Pymes

¿Qué son la depreciación y la amortización en términos contables? Reflejan la distribución del costo de un activo a lo largo de su vida útil.

¿Son lo mismo? Aunque son conceptos que por definición se parecen, aplican a diferentes tipos de activos y tienen particularidades normativas que impactan la correcta medición posterior y presentación de información en los estados financieros.

En este artículo te explicamos sus diferencias y cómo realizar un adecuado registro contable.

¿Qué se debe tener en cuenta al realizar la depreciación de los activos?

La depreciación es la distribución sistemática del importe depreciable de un activo tangible a lo largo de su vida útil. 

Este proceso contable reconoce la pérdida de valor o el consumo del potencial de servicio de los elementos de propiedades, planta y equipo (PPE) debido al desgaste por el uso, el paso del tiempo o la obsolescencia.  

Los activos que se deprecian son principalmente las propiedades, planta y equipo, tales como maquinaria, vehículos, edificios, equipos de cómputo, entre otros. 

Es importante destacar que no todos los activos sufren depreciación, por ejemplo, los terrenos, por lo general, no se deprecian, ya que suelen tener una vida útil ilimitada a excepción de algunos casos muy específicos.

La Sección 17 de la NIIF para las Pymes es la norma que rige el tratamiento contable de las PPE en Colombia, estableciendo que un activo se reconoce si es probable que la entidad obtenga beneficios económicos futuros asociados con la partida y si su costo puede medirse con fiabilidad.

Para calcular la depreciación según los párrafos 17.18 y siguientes de la Sección 17, se deben considerar:

• Importe depreciable: costo del activo, o el importe que lo sustituya, menos su valor residual.  
• Vida útil: período durante el cual se espera que el activo esté disponible para su uso por la entidad, o el número de unidades de producción o similares que se espera obtener del mismo. Esta estimación debe reflejar el patrón de consumo de los beneficios económicos del activo (ver los literales A a D del párrafo 17.21 de las NIIF para Pymes).  
• Valor residual: corresponde al importe estimado que la entidad podría obtener actualmente por la disposición del activo, después de deducir los costos de disposición y si el activo ya hubiera alcanzado la antigüedad y las condiciones esperadas al término de su vida útil. Con frecuencia, este valor es insignificante y se considera en la mayoría de casos como cero, no obstante, siempre se debe incluir en la evaluación de la depreciación de los activos.
• Métodos de depreciación: La NIIF para Pymes permite métodos como el lineal, saldos decrecientes o unidades de producción. Se debe seleccionar aquel que mejor refleje el patrón esperado de consumo de los beneficios económicos futuros inherentes al activo.  

Tip Alegra: Se espera que, tanto la vida útil como el método de depreciación deban ser consistentes con el patrón de consumo de los beneficios del activo. 

Aunque para fines fiscales la Dian puede establecer límites a la deducción por depreciación (artículo 137 del Estatuto Tributario), el valor residual y la vida útil de los activos se debe determinar de acuerdo con la técnica contable (artículo 131 del Estatuto Tributario).

Siendo así, se tendrá que considerar el enfoque NIIF que busca que la depreciación sea una representación fiel del consumo económico del activo. 

Esto exige un juicio profesional y una revisión periódica de las estimaciones de vida útil y valor residual.

Te pueden interesar nuestros artículos: Depreciación fiscal en Colombia vs depreciación contable: diferencias y deducibilidad y Reconocimiento de propiedades, planta y equipo: lo que necesitas saber del tratamiento bajo NIIF para Pymes.

¿Qué se debe tener en cuenta al realizar la amortización de los activos?

La amortización, de forma similar a la depreciación, es la distribución sistemática del importe amortizable de un activo intangible a lo largo de su vida útil. 

Este proceso se aplica a activos que carecen de sustancia física, pero que generan valor para la empresa, como software, patentes, licencias o derechos de autor.

Se amortizan los activos intangibles que son identificables, de carácter no monetario, sin apariencia física, controlados por la entidad y de los cuales se esperan beneficios económicos futuros. La Sección 18 de la NIIF para las Pymes es la normativa que guía su tratamiento contable. 

Un activo intangible se reconoce si es probable que los beneficios económicos futuros atribuibles al activo fluyan a la entidad, su costo puede medirse con fiabilidad y, para algunos intangibles, no es el resultado de desembolsos incurridos internamente (por ejemplo, marcas o listas de clientes generadas internamente, cuyos costos se suelen llevar al gasto).  

Los elementos clave para la amortización de intangibles según la Sección 18 son:

• Vida útil: para las Pymes, se considera que todos los activos intangibles tienen una vida útil finita. Si una entidad no es capaz de hacer una estimación fiable de esta vida útil, se presume que es de 10 años. La vida útil no debe exceder el período de los derechos contractuales o legales, pero podría ser inferior.  
• Valor residual: generalmente se presume que es cero para los activos intangibles, a menos que exista un compromiso de un tercero para comprar el activo al final de su vida útil o que exista un mercado activo para el activo (situación poco común para intangibles).  
• Métodos de amortización: la entidad debe elegir un método que refleje el patrón esperado de consumo de los beneficios económicos futuros. Si no puede determinar dicho patrón de forma fiable, utilizará el método lineal de amortización.  

La presunción de una vida útil de 10 años para intangibles cuya vida útil no puede estimarse fiablemente es una simplificación importante en la NIIF para Pymes, que reduce la complejidad en comparación con las NIIF Plenas, donde los intangibles pueden tener vidas útiles indefinidas. 

Asimismo, la NIIF para Pymes es restrictiva con el reconocimiento de muchos activos intangibles generados internamente, llevando los desembolsos por investigación siempre al gasto, y los de desarrollo solo se capitalizan si se cumplen criterios muy estrictos.  

Tip Alegra: Es pertinente mencionar que el término «amortización» también se utiliza en el contexto financiero para la distribución del costo de ciertos préstamos (costo amortizado), pero este artículo se ha centrado en la amortización de activos. Te invitamos a consultar nuestro artículo: Tablas de amortización: cómo convertirlas en tus aliadas para el análisis financiero.

Depreciación vs. amortización: ¿cuáles son las diferencias a tener en cuenta?

La siguiente infografía expone las principales diferencias entre la depreciación y la amortización:

Cuéntanos en los comentarios cuál es la diferencia que te parece más relevante entre estos dos conceptos. Recuerda que puedes compartir esta información con tus colegas haciendo uso de los íconos alojados en la parte superior derecha de este artículo.

En Siempre Al Día seguiremos comprometidos con entregarte información de actualidad sobre derecho laboral, contabilidad, finanzas e impuestos para tu constante actualización. ¡Gracias por estar al tanto de nuestras publicaciones!