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ToggleLos aranceles son impuestos que se aplican a mercancías en las aduanas, ya sea al importarlas o exportarlas. En México, los aranceles juegan un papel clave en la protección de industrias nacionales y en la recaudación fiscal, además de influir en la dinámica comercial con socios como Estados Unidos.
A continuación, presentamos un panorama claro y conciso dsobre qué son los aranceles en México, enfocado en su relación con EE.UU., los cambios normativos recientes y las implicaciones fiscales relevantes para empresas y contadores públicos.
¿Qué son los aranceles y qué tipos existen en México?
En México, los aranceles se definen oficialmente como las cuotas de las tarifas de los impuestos generales de exportación e importación. Su función es regular el comercio internacional y proteger la producción nacional al encarecer los productos extranjeros, haciendo más competitivos a los nacionales.
Existen distintos tipos y modalidades de aranceles:
Tipo | Descripción |
Ad-valorem | Se expresan como porcentaje sobre el valor en aduana de la mercancía Ejemplo: un arancel de 10 % aplica un 10 % sobre el valor declarado del bien. |
Específico | Se fija una cuota monetaria por unidad de medida del bien. Ejemplo: $50 pesos por kilogramo importado. |
Mixto | Combina un componente ad-valorem y uno específico. Ejemplo: 5 % del valor más $20 pesos por unidad. |
Arancel-cupo (tarifa cupo) | Es una modalidad donde se establece un arancel preferencial (más bajo) hasta cierta cantidad o valor importado, y un arancel mayor para las importaciones que exceden ese cupo. Ejemplo: los primeros 1,000 toneladas tienen 0 % de arancel y lo excedente paga, digamos, 20 %. |
Arancel estacional | Modalidad que aplica tarifas distintas según la época del año. Ejemplo: una hortaliza puede pagar 0% en temporada de cosecha local y 15 % fuera de ella. |
Cuotas compensatorias | Son aranceles especiales y temporales impuestos como medidas antidumping o compensatorias cuando se detecta que importaciones a bajo precio perjudican a la industria nacional. Se aplican además de los aranceles normales. |
Arancel preferencial | Tarifa reducida o cero establecida por acuerdos comerciales. Bajo tratados de libre comercio, los países se otorgan preferencias arancelarias, eliminando o disminuyendo impuestos de importación para ciertos bienes originarios de los países firmantes. |
Nota: México publica sus aranceles en la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE), que se actualiza periódicamente. La versión más reciente de la LIGIE entró en vigor en 2022, adaptando la clasificación arancelaria a la nomenclatura internacional vigente
Aranceles en la relación comercial México – Estados Unidos
La relación comercial entre México y EE.UU. está enmarcada por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) – antes TLCAN/NAFTA – que garantiza aranceles preferenciales (usualmente 0 %) para la gran mayoría de los productos intercambiados entre ambos países. De hecho, México mantiene “una desgravación prácticamente total” con EE.UU. y Canadá, lo que significa que casi todos los bienes originarios de la región norteamericana se comercian libres de arancel.
Reglas de origen: Es importante destacar que la tarifa 0% solo aplica si el producto cumple con las reglas de origen del T-MEC (es decir, si se considera originario de Norteamérica). Si un bien no cumple con estos requisitos, debe pagar arancel conforme la tasa de Nación Más Favorecida (NMF) que México o EE.UU. apliquen a países sin acuerdo. Por ejemplo:
- Un automóvil ensamblado en México que no alcanza 75% de contenido regional (nuevo requisito del T-MEC para el sector automotriz) estaría sujeto al arancel general de EE.UU. para autos importados, que es 2.5% del valor (en el caso de autos familiares). En el caso de camionetas (pick-ups), el arancel general estadounidense es históricamente 25%, por lo que no cumplir la regla de origen tendría un impacto muy alto en ese segmento. Las armadoras deben decidir entre invertir en mayor contenido regional o pagar estos aranceles, lo cual afecta sus costos.
- Del lado mexicano, si una empresa importa un producto desde EE.UU. sin certificación de origen T-MEC (por ejemplo, porque realmente proviene de otro país), tendría que pagar el arancel NMF de México correspondiente. Muchos aranceles industriales en México oscilan entre 5 % y 15 %, aunque en algunos rubros sensibles (textiles, calzado, etc.) pueden ser más altos (hasta 25-35%). Por ejemplo, tras cambios recientes, ciertas prendas de vestir importadas sin preferencia enfrentan 35% de arancel.
En la práctica, el T-MEC ha eliminado la mayoría de los aranceles bilaterales, pero existen casos especiales y episodios de tensiones arancelarias a considerar:
- Acero y aluminio (Sección 232): En 2018 EE.UU. impuso aranceles globales del 25 % al acero y 10 % al aluminio. México (aunque socio de libre comercio) fue incluido inicialmente, y en respuesta aplicó aranceles de represalia a diversos productos estadounidenses (incluyendo agrícolas). Este conflicto se resolvió en 2019 cuando EE.UU. eliminó los aranceles 232 a México y, en reciprocidad, México eliminó sus contramedidas. Desde entonces, el acero y aluminio entre México y EE.UU. retornaron al libre comercio, aunque con cuotas de monitoreo para evitar triangulación. Este episodio muestra que, aún con tratado vigente, pueden surgir medidas unilaterales temporales que impacten a las empresas de ambos lados.
- De minimis (envíos de bajo valor): Un cambio positivo del T-MEC fue elevar el umbral de valor para importaciones de bajo valor libres de arancel. México acordó incrementar su de minimis de 50 USD a 117 USD para exención de arancel aduanero (manteniendo en 50 USD el límite libre de IVA). Esto facilita el comercio electrónico transfronterizo (pequeños envíos de EE.UU. a consumidores mexicanos) al permitir importar compras menores a $117 dólares sin pagar impuesto general de importación, agilizando la liberación en aduana.
Las empresas deben, eso sí, cuidar el cumplimiento de reglas de origen para aprovechar el 0% y estar atentas a eventuales medidas excepcionales. Un contador público debe verificar que sus operaciones de comercio exterior cuenten con la documentación correcta (certificados de origen, pedimentos) para aplicar las tasas preferenciales y evitar costos inesperados.
Nota: Tras el cambio de gobierno en EE.UU, el 1 de febrero de 2025 dicho país ordenó un arancel adicional de 25 % a todas las importaciones de México (y Canadá). El anuncio de aranceles por parte de EE.UU. elevó las tensiones comerciales entre ambos países a un punto crítico. En respuesta, el gobierno de México entabló diálogo de emergencia con Washington. Como resultado de estas negociaciones, el presidente de EE.UU. accedió a pausar por 30 días la entrada en vigor del arancel.
Esta tregua temporal, vigente durante febrero de 2025, abrió un período de negociaciones intensivas para buscar soluciones de fondo en materia migratoria y de narcotráfico, evitando perjudicar las relaciones comerciales.
México advirtió que tenía un «Plan A, B y C» para defender su economía y responder si EE.UU. aplicaba los aranceles, incluyendo represalias arancelarias para salvaguardar la dignidad y soberanía del país.
Cambios normativos recientes y su impacto (hasta 2025)
En los últimos años, México ha introducido cambios importantes en su política arancelaria, algunos derivados de acuerdos comerciales y otros de decisiones internas para responder a condiciones económicas. A continuación, se destacan los cambios normativos más recientes relevantes a aranceles y su impacto:
Cambio normativo | Justificación |
2020 – Entrada en vigor del T-MEC | Desde el 1 de julio de 2020 entró en vigor el T-MEC, reemplazando al TLCAN. Este nuevo tratado actualizó las reglas comerciales e industriales en Norteamérica. En materia arancelaria, se mantuvo la cero tarifa para la mayoría de productos entre México, EE.UU. y Canadá, pero con requisitos de origen más estrictos en sectores como el automotriz (contenido regional subió de 62.5% a 75% en vehículos). Para los contadores, esto implicó actualizar procedimientos de certificación de origen y monitorear que sus empresas cumplan los nuevos estándares, evitando que sus exportaciones queden sujetas a arancel en Estados Unidos o Canadá. Además, el T-MEC introdujo facilidades como el aumento del de minimis mencionado, simplificando importaciones menores. |
2022 – Nueva LIGIE y PACIC (inflación): | En 2022 México publicó una nueva Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE), actualizando la clasificación arancelaria conforme a la nomenclatura internacional (Sistema Armonizado 2022). Esto no cambió tasas, pero reestructuró fracciones arancelarias, requiriendo a las empresas reclasificar correctamente sus productos. Ese mismo año, ante una inflación elevada (particularmente en alimentos), el gobierno implementó el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), eliminando temporalmente aranceles (reduciéndolos a 0%) a más de 30 productos básicos de la canasta alimentaria. Gracias a estas medidas, el arancel promedio efectivamente cobrado en alimentos cayó drásticamente del 15.2 % en 2022 a 7.3% en 2023, abaratando importaciones de insumos como granos, pollo, carne, etc. Esto ayudó a contener la inflación agropecuaria. |
2023 – Ajustes menores | Durante 2023, México continuó afinando su política comercial. Se ampliaron o ajustaron los productos cubiertos por el PACIC (Acuerdo de Apertura Contra la Inflación, extensión del programa), y se prepararon cambios para revertir algunas exenciones conforme la inflación cedía. Adicionalmente, se instauró la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) para reforzar la administración aduanera, aunque esto no modifica aranceles directamente, sí impacta la fiscalización de su pago y el despacho aduanero más eficiente. |
2024 – Aumento de aranceles a 544 fracciones | Uno de los cambios más significativos llegó en abril de 2024. El 22 de abril, el gobierno publicó en el Diario Oficial un Decreto modificando la tarifa arancelaria y aumentando los aranceles de importación de 544 fracciones arancelariasthomsonreutersmexico.com. Estos incrementos, vigentes desde abril 2024, oscilan entre 5% y 50% de arancel adicional. La medida abarcó diversos sectores, desde acero y aluminio, hasta automóviles, calzado, productos químicos, papel, cartón, vidrio, materiales eléctricos, ropa, entre otros. La justificación oficial fue proteger la industria nacional y evitar distorsiones de mercado, en momentos en que las importaciones baratas de ciertos países aumentaban. Los contadores públicos deben revisar cómo estos nuevos aranceles afectan los márgenes de sus empresas y considerar alternativas: aprovechar proveedores nacionales, buscar insumos en países con TLC para usar arancel 0%, o analizar amparos legales en algunos casos. (Cabe mencionar que estos aranceles aumentados son temporales, sujetos a revisión futura; algunas empresas han explorado impugnarlos jurídicamente). |
Como puede verse, los últimos años muestran una volatilidad en la política arancelaria mexicana: primero liberalizando importaciones para combatir la inflación, luego endureciendo aranceles para ciertos bienes industriales. Esto subraya la necesidad de que las empresas se mantengan informadas y se adapten rápidamente a los decretos publicados. Los contadores, en particular, deben estar atentos al Diario Oficial de la Federación para identificar cambios en aranceles que afecten a los productos con los que trabaja su empresa, ya que un cambio arancelario impacta directamente en costos e impuestos.
Implicaciones fiscales para empresas y contadores
Los aranceles tienen varias implicaciones fiscales y operativas que las empresas y sus contadores públicos deben gestionar adecuadamente:
Impacto en costos e inventarios
Un arancel pagado por importar mercancías se suma al costo de adquisición del inventario. Por tanto, incrementa el costo de lo vendido y reduce la utilidad bruta. Desde el punto de vista del ISR (Impuesto sobre la Renta), los aranceles son un gasto o costo deducible al formar parte del costo de los bienes. Esto alivia en parte su impacto, ya que disminuye la base gravable de la empresa; sin embargo, sigue representando salida de efectivo inmediata. Una subida arancelaria puede obligar a las empresas a revisar sus precios de venta o sus márgenes.
Ejemplo: si una empresa importadora de componentes electrónicos pagaba 5% de arancel y este sube a 15 %, esa diferencia podría significar millones de pesos adicionales al año en costo, que deberán reflejarse en los estados financieros.
Planeación financiera y flujo de efectivo
Dado que los aranceles se pagan al momento de la importación (junto con el IVA importación y otros gravámenes), afectan el flujo de caja. El IVA pagado en aduana es acreditable posteriormente, pero el arancel no es recuperable – es un costo definitivo. Por ello, los contadores deben planificar que haya suficiente liquidez para cubrir estos impuestos de importación y, en su caso, explorar figuras para mitigarlos.
Aprovechamiento de tratados y preferencias
Como se ha enfatizado, el T-MEC y otros tratados permiten importar con arancel 0 % muchos productos. Fiscalmente, no pagar arancel es el mejor escenario, ya que evita costos adicionales. Por tanto, es responsabilidad de las empresas gestionar certificados de origen y documentación que respalde el trato preferencial. Un error en la certificación de origen puede resultar en fuertes cargos retroactivos.
Ejemplo real: una empresa mexicana importó $50,000 dólares en mercancía asumiendo trato preferencial, pero no pudo comprobar el origen ante la autoridad; tuvo que pagar alrededor de $20,000 dólares en contribuciones (aranceles e impuestos) que se habrían evitado con la documentación correcta.
El contador debe coordinar con el área de comercio exterior para asegurar que cada partida arancelaria aplique el trato más favorable posible (sea por T-MEC, otros TLC, programas especiales, etc.).
Programas de fomento (diferimiento de aranceles)
México cuenta con esquemas como el programa IMMEX (maquiladora) y regímenes de recinto fiscalizado estratégico, que permiten importar insumos en forma temporal sin pagar aranceles ni IVA, siempre que se utilicen para producir bienes de exportación. Estos programas son un instrumento fiscal valioso: diferir o evitar impuestos de importación mejora la competitividad. Para el contador, implica llevar control estricto de inventarios importados temporalmente y garantizar que se cumpla la re-exportación en los plazos establecidos, o de lo contrario, habrá que pagar el arancel omitido más actualizaciones. Asimismo, existe el mecanismo de drawback (devolución de impuestos de importación) cuando se importan bienes que luego se incorporan en exportaciones a terceros países (aunque bajo T-MEC hay limitaciones al drawback para evitar triangulación). Un contador debe conocer si su empresa es candidata a solicitar devoluciones de aranceles pagados al exportar, como forma de recuperación fiscal.
Impuestos indirectos relacionados
Al importar, además del arancel, se paga el IVA sobre el valor de la mercancía más el arancel y demás conceptos. Esto significa que un arancel alto también incrementa el IVA causado en aduana (que luego se acredita, pero implica un mayor saldo a favor o a cargo temporal). También se paga el Derecho de Trámite Aduanero (DTA), que es una cuota fija/proporcional por el servicio aduanero.
Si bien el DTA e IVA no son aranceles, forman parte del costo financiero de importar. Los contadores deben registrarlos apropiadamente: el IVA como crédito fiscal y el DTA como gasto deducible.
Cumplimiento y riesgo fiscal
Los aranceles están sujetos a la fiscalización aduanera. Una clasificación arancelaria incorrecta o subvaluación podría derivar en multas y créditos fiscales importantes. Por ello, desde el punto de vista de auditoría y cumplimiento, el contador público frecuentemente colabora en revisiones de operaciones de comercio exterior, asegurando que las partidas arancelarias declaradas y los pagos efectuados correspondan con la ley. La adecuada documentación (pedimentos, facturas, certificados) es crucial para atender posibles auditorías de la autoridad aduanera o del SAT.
En resumen, los aranceles inciden directamente en el costo fiscal y operativo de las empresas. Una gestión eficiente de los mismos (ya sea evitándolos mediante tratados, difiriéndolos con programas especiales, o incorporándolos correctamente al costo) puede marcar la diferencia en la rentabilidad.
Para los contadores públicos, comprender el tratamiento contable-fiscal de los aranceles y estar al tanto de cambios en tasas es parte integral de su labor, especialmente en empresas integradas al comercio internacional.