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ToggleEl Impuesto sobre nóminas (ISN) es un gravamen local que aplica a las erogaciones por remuneraciones al trabajo personal subordinado en la Ciudad de México. A partir del ejercicio fiscal 2025, la tasa del impuesto sobre nóminas en CDMX aumentó del 3 % al 4 %, conforme al decreto publicado el 27 de diciembre de 2024
Este incremento de 1 punto porcentual representa un cambio significativo en las obligaciones fiscales de los patrones (empleadores) y responde en parte a la necesidad de fortalecer los ingresos locales para financiar proyectos de infraestructura mediante un fondo público específico
A continuación, se detallan las implicaciones fiscales de este aumento y cómo afecta la rentabilidad de las empresas, junto con ejemplos prácticos de cálculo y estrategias de mitigación disponibles.
Comparación de tasas: antes vs. ahora
Es importante contrastar la tasa previa del impuesto sobre nóminas en la CDMX con la tasa actual tras la reforma de 2025. Hasta el año 2024, los empleadores en la Ciudad de México pagaban un 3 % sobre el monto total de los salarios y remuneraciones gravadas. A partir de 2025, la tasa general sube a 4 %, lo que equivale a un incremento de un punto porcentual.
En términos porcentuales, esto implica que el costo fiscal por concepto de nómina aumenta en aproximadamente 33 % respecto de la tasa anterior.
Como se observa en la tabla, en 2024 todos los patrones enfrentaban la misma tasa del 3 %. En 2025, la tasa general es 4 %, pero el gobierno de la CDMX implementó beneficios fiscales transitorios para mitigar el impacto en negocios de menor tamaño: las microempresas (hasta 10 empleados) pueden aplicar una reducción de 1 %, pagando una tasa efectiva de 3 %, y las pequeñas empresas (aproximadamente 11 a 50 empleados) reciben una reducción de 0.5 %, con una tasa efectiva de 3.5 %
En otras palabras, las micro y pequeñas mantendrían en buena medida la carga tributaria cercana a la que tenían antes de la reforma. Las empresas medianas y grandes (por encima de 50 empleados) no cuentan con reducciones de tasa y, por tanto, aplican el 4 % completo en 2025.
Ejemplos de cálculo del ISN por sector y tamaño de empresa
Para comprender el efecto práctico del aumento, a continuación se presentan ejemplos de cálculo del impuesto sobre nóminas bajo distintos escenarios de empresa, considerando sectores o tamaños diferentes. Todos los cálculos suponen que la base gravable mensual (es decir, la suma de salarios y pagos gravados del mes) permanece constante, variando únicamente la tasa aplicable:
Tipo de empresa | Nómina mensual gravada (MXN) | Tasa ISN aplicable | Impuesto mensual (MXN) | Impuesto anual aproximado (MXN) |
Microempresa (10 empleados) | $100,000 | 3 % | $3,000 | $36,000 |
Pequeña empresa (30 empleados) | $300,000 | 3.5 % | $10,500 | $126,000 |
Empresa mediana/grande (100 empleados) | $1,000,000 | 4 % | $40,000 | $480,000 |
En estos ejemplos, la microempresa de servicios con una nómina mensual de $200,000 enfrentaría un ISN de $6,000 al mes (equivalente al 3 %, gracias al beneficio fiscal) en 2025, que suma alrededor de $72,000 al año. Si no existiera la reducción, esa misma microempresa pagaría $8,000 mensuales con la tasa del 4 %, implicando un ahorro de $2,000 mensuales debido al subsidio.
La pequeña empresa comercial con $600,000 de nómina al mes pagaría cerca de $21,000 mensuales (3.5 %), aproximadamente $252,000 al año.
En contraste, una empresa mediana o grande con nómina de $4 millones mensuales enfrentará un ISN de $160,000 cada mes bajo la nueva tasa del 4%, equivalente a $1.92 millones anuales, frente a los $1.44 millones anuales que hubiera pagado con la tasa previa del 3%.
Cabe mencionar que el impuesto se declara y paga de forma mensual (normalmente a más tardar el día 17 del mes siguiente, según las reglas locales), por lo que las empresas deben ajustar sus provisiones de tesorería mensualmente para cubrir este costo. Además, por ley el ISN no se retiene al trabajador, sino que es cubierto enteramente por el patrón.
Por tanto, el incremento recae sobre la empresa, que debe asumir el mayor desembolso sin repercutirlo directamente en el salario neto del empleado.
Impacto en la rentabilidad de las empresas
El aumento del ISN en la CDMX tiene implicaciones directas en la rentabilidad empresarial. Al elevarse la tasa impositiva del 3 % al 4 %, los costos laborales totales para los patrones se incrementan, reduciendo el margen de utilidad si los ingresos de la empresa permanecen constantes.
Este ajuste de 1 punto porcentual representa un incremento significativo en los costos operativos de las empresas, especialmente para aquellas con plantillas laborales extensas. En efecto, los empleadores con una nómina grande verán un aumento sustancial en su carga fiscal mensual, lo cual puede impactar negativamente sus flujos de efectivo y sus indicadores de rentabilidad (por ejemplo, utilidad neta o EBITDA) al cierre del ejercicio.
Desde la perspectiva de porcentaje sobre ventas o utilidades, este impuesto adicional puede disminuir los márgenes. Por ejemplo, si una empresa tenía un margen de utilidad neta ajustado del 10 % sobre ventas, un alza del 1 % en sus costos de nómina (suponiendo que la nómina es un costo significativo) podría reducir el margen neto en una fracción de ese 10 %, dependiendo de qué proporción de los costos totales represente la nómina. En industrias intensivas en mano de obra (como manufactura, retail o servicios), el impacto relativo será mayor que en aquellas con menor peso de costos de personal.
No obstante, es importante señalar que el ISN pagado es deducible para efectos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) federal, como cualquier otro gasto necesario de la operación
Esto significa que, si bien la empresa paga más impuestos locales, puede restar ese pago como gasto en su cálculo del ISR, reduciendo la base gravable federal. En la práctica, alrededor de 30 % del monto del ISN adicional podría recuperarse vía una menor carga de ISR (asumiendo la tasa corporativa del 30 % sobre utilidades), atenuando parcialmente el golpe a la utilidad neta. Aun así, la empresa enfrenta un mayor desembolso de efectivo inmediato por el ISN, afectando su liquidez. Por tal motivo, las organizaciones deben revisar sus presupuestos 2025 y ajustar sus proyecciones financieras considerando el aumento de este impuesto local.
En resumen, la rentabilidad empresarial se ve desafiada por un mayor costo fiscal. Las compañías podrían verse obligadas a buscar eficiencias operativas o incluso a trasladar una parte de estos costos a precios de productos/servicios (si el mercado lo permite) para mantener sus niveles de utilidad. Aquellas empresas que operan con márgenes reducidos deberán poner especial atención, ya que un aumento en costos fiscales sin compensación en ingresos puede traducirse rápidamente en menores utilidades o incluso en pérdidas.
Estrategias de mitigación fiscal ante el aumento del ISN
Frente a este nuevo panorama, las empresas en la CDMX pueden adoptar diversas estrategias de mitigación fiscal para reducir el impacto del incremento del ISN en sus finanzas:
Aprovechar los beneficios fiscales vigentes
Para 2025, el gobierno local ha otorgado subsidios temporales en la tasa del ISN a ciertos segmentos. Es crucial que las empresas verifiquen su clasificación (micro, pequeña, etc.) y apliquen la reducción de tasa que les corresponda en sus declaraciones mensuales.
Como vimos, las microempresas pagan 3 % y las pequeñas 3.5 % en lugar del 4 %. Adicionalmente, existen incentivos por generación de empleo: empresas que inician operaciones o que incrementaron su plantilla en al menos 33 % en los 12 meses previos pueden acceder a una reducción del 1 % en la tasa, con lo cual también pagarían efectivamente 3 % (similar a la tasa previa) en 2025. Estos incentivos, establecidos en disposiciones transitorias, buscan premiar la creación de nuevos empleos y aliviar la carga fiscal a quienes contribuyen a ello.
Es fundamental cumplir con los requisitos y procedimientos que la Secretaría de Administración y Finanzas de la CDMX estipule para hacer válidos estos beneficios.
Optimización de la estructura de remuneraciones
Los patrones pueden evaluar la composición de los pagos a empleados para identificar si existen erogaciones excluidas de la base del ISN o esquemas de compensación fiscalmente eficientes. Por ejemplo, algunas prestaciones de seguridad social obligatoria o indemnizaciones por terminación laboral están exentas del impuesto sobre nóminas.
Sin incurrir en práticas indebidas, las empresas podrían maximizar el uso de prestaciones exentas (como vales de despensa dentro de lo permitido, fondo de ahorro, entre otros) que benefician al trabajador y no forman parte del salario base gravable del ISN, siempre cumpliendo la normatividad laboral y fiscal.
Asimismo, es pertinente revisar si partes de la nómina podrían reconducirse a esquemas alternativos permitidos por la ley que no integren base salarial gravable, aunque con las reformas recientes de subcontratación en México, las posibilidades son más limitadas.
Control y eficiencia en costos laborales
Dado que este impuesto se calcula directamente sobre la masa salarial, cualquier mejora en productividad o eficiencia operativa que permita controlar el crecimiento de la nómina ayudará a mitigar su impacto relativo. Esto puede incluir la inversión en capacitación para elevar la productividad por trabajador, la automatización de procesos para contener la necesidad de nuevas contrataciones, o la reingeniería de turnos y roles para optimizar la plantilla.
La idea es obtener más valor por cada peso invertido en nómina, de modo que el negocio pueda absorber mejor el costo fiscal del 4 % sin sacrificar rentabilidad. Cabe aclarar que estas son estrategias de gestión y no eliminan el impuesto, pero sí pueden hacer que el ISN represente un porcentaje menor sobre los ingresos de la empresa.
Planeación financiera y provisiones
Es aconsejable que el área contable y financiera anticipe el impacto del ISN incrementado en su flujo de efectivo y resultados. Elaborar proyecciones mensuales incorporando el 4 % (o la tasa reducida aplicable) permitirá a la empresa visualizar el efecto en su flujo de caja y planear con anticipación. Por ejemplo, reservar mensualmente el monto del impuesto en la contabilidad, e incluso considerar ese costo al definir presupuestos por departamento o proyectos, ayudará a evitar desviaciones.
La dirección financiera debe incluir el aumento del ISN en sus estrategias de control de gastos para 2025, buscando compensar este incremento con ahorros en otros rubros si es posible.
En síntesis, la estrategia de las empresas debe centrarse en adaptación y optimización. Tal como sugieren especialistas, es indispensable que los patrones revisen sus estrategias de costos laborales, aprovechen todos los incentivos disponibles y evalúen cuidadosamente el impacto financiero de este aumento.
De esta forma, podrán tomar decisiones informadas (ya sea ajustes operativos, negociación de precios, inversiones en productividad, etc.) para mantener su negocio rentable y competitivo a pesar del mayor impuesto.