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ToggleEste artículo explica los métodos para determinar la base imponible según el Código de Normas y Procedimientos Tributarios (CNPT) de Costa Rica. Se describen la estimación directa y la indirecta con ejemplos prácticos apoyándonos en la legislación vigente y lineamientos oficiales de la Dirección General de Tributación (DGT).
¿Qué es la base imponible en Costa Rica?
La base imponible es el monto sobre el cual se calculan los impuestos. Determinarla correctamente es fundamental para asegurar un pago justo de tributos y el cumplimiento de las normas fiscales. El Código de Normas y Procedimientos Tributarios (CNPT) —conocido también como el Código Tributario costarricense— establece cómo debe fijarse esa base imponible.
En esencia, existen dos métodos de determinación: la estimación directa (base cierta) y la estimación indirecta (base presunta). La aplicación de uno u otro tiene implicaciones importantes para empresas y contribuyentes, por lo que los contadores públicos y privasos deben conocer en qué consisten, cuándo se utilizan y cómo afectan la carga tributaria.
¿Qué establece el CNPT sobre la determinación de la base imponible?
El CNPT indica expresamente que la Administración Tributaria (DGT) puede determinar la obligación tributaria aplicando dos sistemas: sobre base cierta (cuando se cuenta con datos reales verificables) o, si esto no es posible, sobre base presunta (mediante estimaciones). En otras palabras, la regla general es usar información contable fidedigna para calcular la base imponible, y solo en ausencia de datos confiables se recurre a presunciones.
Esta distinción entre una base cierta y una base presunta es crucial para garantizar la precisión, justicia y razonabilidad en el proceso de determinación tributaria. A continuación, detallamos en qué consiste cada método y las circunstancias en las que se aplica.
Estimación directa o base cierta
La estimación directa, también llamada determinación sobre base cierta, se encuentra regulada en el literal a) del artículo 125 del CNPT. Es el método principal y deseable para fijar la base imponible. Consiste en calcular el impuesto a partir de datos reales y comprobables del contribuyente. En la práctica, esto implica usar la información proporcionada en las declaraciones del contribuyente, sus libros de contabilidad, registros y comprobantes que respalden sus ingresos y gastos.
Cuando un ajuste o determinación se hace por base cierta, se fundamenta en documentación contable verificable: registros en libros, facturas, contratos y demás evidencia objetiva. Si la empresa lleva una contabilidad ordenada y presenta declaraciones veraces, la Administración podrá establecer con precisión el monto de sus ingresos, deducciones y, por tanto, la base imponible sobre la cual se aplicará la tasa del impuesto correspondiente.
Ejemplo práctico (Base cierta): una empresa costarricense presenta su declaración de impuesto sobre la renta con todas las ventas facturadas y gastos deducibles respaldados. La DGT revisa los libros contables y confirma que los datos coinciden. En este caso, el impuesto se calcula directamente sobre la utilidad real reportada (ingresos menos gastos legítimos). Por ejemplo, si la compañía tuvo ₡100.000.000 en ingresos y ₡80.000.000 en gastos deducibles, la base imponible es ₡20.000.000.
Tip Alegra: Al emplear la base cierta, el monto del impuesto será exacto conforme a la realidad financiera de la empresa, sin sobreestimaciones.
Este método garantiza mayor precisión y equidad, ya que la carga tributaria refleja la situación económica real del contribuyente. Además, respeta el principio de autodeterminación tributaria: es el propio sujeto pasivo quien determina inicialmente su obligación fiscal al presentar la declaración. Solo si el contribuyente incumple en esa tarea, intervendrá la Administración con métodos alternativos.
Estimación indirecta o base presunta
La estimación indirecta, o determinación sobre base presunta, regulada por el literal b) del artículo 125 del CNPT, es un método subsidiario y excepcional. Se recurre a él únicamente cuando no es posible determinar la base imponible con certeza a partir de los datos aportados por el contribuyente. En lugar de usar cifras directas de contabilidad, la Administración tributaria recurre a presunciones, indicios y estimaciones para calcular la base imponible.
El CNPT señala que este método procede tomando en cuenta hechos y circunstancias vinculados al hecho generador del tributo, que permitan presumir la existencia y cuantía de la obligación. Dicho de otro modo, si faltan datos fidedignos, el fisco utiliza la información disponible sobre la actividad del contribuyente (o de actividades similares) para estimar cuánto debería pagar.
¿Cuándo aplica la estimación indirecta?
El Código Tributario costarricense prevé situaciones específicas en las que se habilita este método. El artículo 124 del CNPT faculta a la DGT a realizar una determinación de oficio (es decir, impuesta por la Administración) cuando el contribuyente no ha presentado su declaración jurada, o cuando habiéndola presentado, la misma es rechazada por ser falsa, ilegal o incompleta.
Además, aun si hubo declaración, la ley permite pasar a base presunta si durante una fiscalización el contribuyente no lleva contabilidad, no aporta los documentos solicitados, o lleva registros defectuosos o con más de 6 meses de atraso.
En suma, la DGT puede cambiar a estimación indirecta en casos de incumplimiento grave en la llevanza o presentación de información.
Tip Alegra: Este mecanismo actúa como salvaguarda para que la recaudación no se vea frustrada por falta de datos: si el contribuyente no colabora con información veraz, la Administración tiene la potestad de estimar sus obligaciones.
Ejemplo práctico (Base presunta): Imagine un profesional independiente que debería declarar sus ingresos anuales, pero no presenta declaración y además no tiene libros contables formalmente llevados. La DGT inicia un proceso de fiscalización y descubre, por ejemplo, depósitos bancarios significativos a nombre de esa persona, o observa su nivel de vida (vehículos, propiedades).
Ante la ausencia de datos contables, la autoridad tributaria aplicará la estimación indirecta. Podría usar los indicios disponibles –por ejemplo, el total de depósitos bancarios como aproximación de ingresos, o comparar con los ingresos promedio de otros profesionales del mismo campo– para calcular una base imponible presunta.
El artículo 116 del CNPT brinda una lista de indicios que sirven para estimar la obligación tributaria en estos casos: el capital invertido en el negocio, el volumen de transacciones, inventarios, compras y ventas efectuadas, el rendimiento normal de empresas similares en la misma plaza, gastos generales (alquiler, luz, salarios), e incluso los gastos personales y nivel de vida del contribuyente, entre otros.
Usando tales elementos, la DGT podría concluir, por ejemplo, que la persona generó ingresos por ₡50.000.000 y gastos desconocidos, estimando una utilidad y calculando el impuesto sobre esa base.
Tip Alegra: Este método indirecto suele resultar en ajustes que pueden aumentar la carga tributaria, ya que ante la duda la Administración tiende a asegurar la recaudación estimando montos conservadores (favoreciendo al fisco).
Es importante destacar que, según el CNPT, la estimación por base presunta es el último recurso. La ley la califica como excepcional, restrictiva y subsidiaria, procediendo solo cuando no se puede determinar la obligación sobre base cierta.
¿Por qué es importante llevar buena contabilidad para la base imponible?
En la práctica profesional, se debe procurar siempre la estimación directa: llevar una contabilidad ordenada, conservar los justificantes y presentar declaraciones veraces y completas. Así, la base imponible de sus clientes será calculada sobre datos ciertos, reflejando fielmente su situación y evitando pagos en exceso.
Por otro lado, es crucial entender las consecuencias de caer en una determinación de oficio por estimación indirecta. Si una empresa o persona incurre en falencias como no llevar libros o no declarar, se expone a que la DGT calcule sus impuestos en base a presunciones. Esto puede resultar en una carga fiscal mayor y en eventuales sanciones. El contador, como asesor, debe advertir a sus clientes sobre estos riesgos y fomentar el cumplimiento proactivo.
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